miércoles, 23 de octubre de 2013

Ayer por la tarde me dispuse a salir, pase a la tienda de la esquina, mientras caminaba entre los corredores estrechos mirando por lo que buscaba me sorprendí cantando a todo pulmón “esos anillos con nuestros nombres grabados, ese par de anillos de dos enamorados” y me pregunte de donde rayos conozco esas letras. Hay cosas que sin querer se quedan contigo, como quieras llamarlo, en la impronta de tu cerebro o si prefieres en la añoranza del corazón.  

Palik